miércoles, 3 de febrero de 2010
"Por San Blas, la Cigüeña Veras"
No recuerdo desde cuando nos ponemos el Cordón de San Blas, diría toda la vida y me quedo corto.
Charo, mi suegra nos traía todos los años el Cordón de San Blas, un paquete de Caramelos de Malvavisco y un paquete de los fantásticos Macarrones de Santiaguito, que recuerdos Charo, desde que falleció, su hijo Jon sigue con la tradición y todos los años le esperamos para anudarnos al cuello el cordón de San Blas, este año tengo un trancazo que no veas, mocos sobre todo, seguro que se me pasara, también tendré un grato recuerdo de este día, Alkate Jaunak, Ezkerrik asko.
Blas fue un médico y obispo armenio del siglo III que fue víctima de las persecuciones del emperador Diocleciano, por lo que se retiró a vivir como ermitaño en una cueva del monte Argeo. En el año 313 Constantino liberó a los cristianos y Blas pudo volver a su sede episcopal. Dos años más tarde el emperador Linicio inició de nuevo la persecución y Blas fue encarcelado. El 3 de febrero del 316 su cuerpo fue desgarrado con garfios de hierro y decapitado.
Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.
Se le acercaban también animales enfermos para que les curase, pero en cambio no le molestaban durante su tiempo de oración.
Cuando llegó a Sebaste la persecución de Agrícola (gobernador de Capadocia) contra los cristianos (la última persecución romana), sus cazadores fueron a buscar animales para los juegos de la arena en el bosque de Argeus y encontraron muchos de ellos esperando fuera de la cueva de san Blas. Allí encontraron a Blas en oración y le detuvieron.
Agrícola trató sin éxito de hacerle renegar de su fe. En la prisión, Blas sanó a algunos prisioneros. Entonces el gobernador le mandó matar y fue tirado a un lago. Pero Blas, de pie sobre la superficie (como el milagro atribuido también a Jesucristo), invitó a sus perseguidores a caminar sobre las aguas y así demostrar el poder de sus dioses. Pero todos se ahogaron. Cuando volvió a tierra (por orden de un ángel), fue torturado (colgado de un poste y lacerado con rastrillos de arar) y finalmente decapitado.
Su culto se extendió pronto por toda la iglesia. Es costumbre popular invocarle particularmente para remediar afecciones de la garganta.
Y también lo que se dice sobre cuándo quemar el cordón; El cordón hay que quemarlo 9 días después de San Blas.
En Abadino (Bizkaia) se celebra una de las más importantes ferias agroganaderas del País Vasco. Se venden cordones de algodón de diferentes colores que, una vez bendecidos, aseguran al que lo lleva en el cuello que no enfermará de un catarro y también se venden las famosas rosquillas de San Blas.
Esta tradición está extendida por toda Vizcaya, principalmente en Bilbao, donde los cordones se llevan a bendecir a la iglesia de San Nicolás.
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